¡Justicia, señor gobernador! | Hugo Lindo

Septiembre es el mes de la Independencia de El Salvador y en el Club de la Buena Estrella como viñeta inamovible consta la de Literatura Salvadoreña, una oportunidad para ingresar en en las páginas escritas por uno o como en este 2023, para fortuna nuestra, de dos compatriotas.


Mi primera idea para esta viñeta, sobrepasando la tentación de proponer algo de reciente publicación y por tanto de un autor que resultare alcanzable para sostener una conversación, fue un libro entrañable, que aborda temas que me resultan familiares y también inquietantes. 



Lo recordaba de las lecturas obligatorias del bachillerato (aunque ha sido sorpresa descubrir que no para todos lo fue en su momento), y lo leí en un momento de la vida en que ya estaba totalmente determinada a estudiar Derecho.


Escribió la poeta Lil Milagro que ser abogado es un peligro que ella superó. En mi caso, por lo contrario, lo abracé. Recuerdo bien que me atrapó la prosa de Hugo Lindo desde el principio, diríamos que desde la primera página. Quizá tuvo la ventaja de que en ese momento me llamaba poderosamente la atención todo lo que sonara a toga, es decir a abogado “de los de antes”, culto en extremo y capaz de entrelazar las palabras de forma certera y privilegiando el análisis, pero no por ello menos florida. 


Por otra parte, un tema que por algún motivo es recurrente en mi gusto para leer es el de la locura, y si está en primera persona, mucho mejor (me sigo preguntando qué dirá eso de mi). También lo encontré en este libro. Y es que, si don Alonso Quijano perdió la razón leyendo libros de caballería, el Dr. Amenábar, ilustre juez perdió “la chaveta” leyendo sus amados códigos y sus libros de Criminología. Nos anuncia desde el título mismo y con la frase que escogió para epígrafe que se trata de un moderno Quijote, uno educado en la Facultad de Jurisprudencia, que tendrá, por supuesto, sus propios molinos de viento, su propia Dulcinea y otros personajes pintorescos alrededor, que se volverán mucho más interesantes en tanto sea nuestro protagonista el que nos cuente sus locuras aventuras. 


Enmarcado en el Realismo, tiene también su componente de crítica social, siempre necesaria, ¿hasta qué punto el criminal se hace a sí mismo y qué tanto lo condiciona su medio? ¿Es una palabra, inocente o culpable capaz de describir todas las variables que llevaron a ese crimen? Siempre me sorprendió el hecho de que los padres estén formando a sus hijos desde el momento en que escogen sus nombres. Son muchos los detalles del libro que no dejan indiferente.


Gustando como como sigo de las Ciencias Jurídicas y aunque no osé dedicarme al Derecho Penal, aprecio mucho tener la oportunidad de leer en el Club este libro tan cercano a mi corazón y que en un momento de mi vida fue quizá no una inspiración, pero sí una afirmación de una de las decisiones importantes, la respuesta al ¿qué vas a ser cuando crezcas? Confirmando que quiero seguir siendo eso, pero también que en esa pequeña lista de calificativos que coloco en mis redes sociales como descripción, antes que el título de abogada, me gusta que vaya, en lo mucho o en lo poco, el de lectora.

Sinopsis

Amenábar, un juez de lo Penal es despojado de su cargo por la Corte Suprema de Justicia tras llevar la causa contra un infanticida. Pero él investiga y hurga en la vida del homicida hasta descubrir a un sujeto marcado por los designios de su madre y el escarnio social. En esta novela, Lindo desvela los laberintos y las miserias de la existencia humana en un terreno pantanoso donde no hay redención ni escapatoria.

Ficha del libro


Metas de lectura


El autor



Hugo Lindo Olivares nació en el Puerto de La Unión, el 13 de octubre de 1917. Sus padres fueron D. Oscar Lindo Maduro y Dña. Matilde Olivares Civallero. Aunque de limitados recursos económicos, supieron dar a sus hijos una educación potenciadora de sus cualidades. 


Desde muy joven destacó en concursos de oratoria y despuntando en la literatura con premios en los Juegos Florales, así como en sus estudios de Educación Media y universitario. Se convirtió en abogado y diplomático, al tiempo que cultivó la narrativa, la poesía y la literatura jurídica, al grado que su tesis doctoral, "El divorcio en El Salvador" fue merecedora de una medalla de oro.


Contrajo matrimonio con Carmencita Fuentes Castellanos, con quien procreó siete hijos. Desempeñó diversos cargos públicos en El Salvador, entre ellos el de asesor jurídico del Ministerio de Justicia, síndico municipal, Ministro de Educación y diversos puestos diplomáticos, sin abandonar nunca las letras.


Falleció en San Salvador, el 9 de septiembre de 1985, con mucho por publicar.

Obras destacadas

Poesía: 

Poema eucarístico y otros; Sinfonía del Límite; Trece instantes; Navegante río; Sólo la voz; Maneras de llover, entre otras.


Narrativa

Novelas:

1956.- El anzuelo de Dios

1960.- ¡Justicia, señor Gobernador!

1965.- Cada día tiene su afán

1983.- Yo soy la memoria


Cuentos:

1947.- Guaro y champaña

1959.- Aquí se cuentan cuentos

1974.- Espejos paralelos


Más información sobre el autor, su vida y obra puede ser consultado en el sitio web administrado por sus descendientes: http://www.hugolindo.website/index.htm

Wendy López 11 de septiembre de 2023
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