Queridos amigos del Club de la Buena Estrella. Llegamos al mes de septiembre y con gran entusiasmo me alegra retomar una vez más esta viñeta inamovible que año con año nos permite conocer a un nuevo escritor salvadoreño.
Mi argumento que me apoyó para que ustedes votaran tan bien por el libro que vamos a leer fue el siguiente:
“Después de leer a Hugo Lindo, me ha despertado el interés por conocer más acerca de los escritores clásicos salvadoreños, donde no podemos obviar a Arturo Ambrogi. Siendo además un referente para Salarrué y su obra, que ya conocemos en este club. Además, me parece una deuda con nuestras raíces literarias, que nos ayudará a comprender cómo era el salvadoreño de principios del siglo pasado y cómo era utilizado nuestro propio vocabulario campesino.”
Así que quiero agradecerles porque gracias a sus votos vamos a conocer a este autor y su obra que sin duda nos dejará un poco más orgullosos de nuestras raíces salvadoreñas y permitirá a nuestros amigos en el exterior, conocer un poco más de este hermoso país y sus costumbres.
LA LITERATURA SALVADOREÑA
En el vasto panorama de la literatura latinoamericana, hay voces que logran captar la esencia de su tierra y cultura. Hoy nos adentramos en una de ellas: "El libro del trópico" del salvadoreño Arturo Ambrogi, una obra que refleja las raíces profundas de El Salvador a través de la lente de su autor.
Este libro no solo es un testimonio de las maravillas naturales de la región, sino también de las costumbres, las luchas y los sueños de su gente. A través de una prosa rica y visual, Ambrogi nos invita a explorar el mundo salvadoreño desde una perspectiva íntima y emocional, permitiéndonos conectar con una parte fundamental de la identidad centroamericana.
La literatura salvadoreña se destaca por su fuerte vínculo con la naturaleza y la vida rural, así como por su enfoque en temas sociales y políticos. A lo largo de la historia, escritores como Arturo Ambrogi han logrado capturar la esencia de una nación marcada por su geografía y su gente, con historias que reflejan tanto la belleza como las complejidades de El Salvador.
La literatura salvadoreña, aunque muchas veces opacada por la producción de países más grandes, ha sabido consolidarse a través de la representación de su historia y los conflictos internos que la han sacudido. Desde las primeras crónicas hasta las novelas contemporáneas, sus autores han abordado la realidad salvadoreña con una voz propia. Este carácter distintivo se refleja en temas como la ruralidad, la relación con la naturaleza y el reflejo de una sociedad en transformación.
SINOPSIS
En “El libro del trópico”, Arturo Ambrogi nos invita a sumergirnos en la exuberancia de la vegetación salvadoreña, retratando tanto la vida cotidiana como los matices más sutiles de la naturaleza. Con una prosa descriptiva y evocadora, nos presenta personajes que viven en perfecta sintonía con su entorno, mientras explora las tensiones entre el hombre y la naturaleza, el progreso y la tradición.
Cada relato en el libro se entrelaza con el paisaje tropical, donde el calor, la fauna y la flora se convierten en personajes vivos, fundamentales para la trama. A través de estas páginas, el lector siente no solo el peso de la humedad del trópico, sino también el pulso de una cultura que se resiste al cambio. Los personajes, aunque inmersos en su cotidianidad, enfrentan dilemas universales: el choque entre lo antiguo y lo moderno, lo rural y lo urbano, lo individual y lo colectivo.
La riqueza de este libro también se asienta en la crónica de las tradiciones de la gente de pueblo. Desde la elaboración de las tortillas, el chaparro o la molienda, hasta las prácticas religiosas y paganas para conmemorar a sus santos y ancestros. Sin duda una obra que ningún salvadoreño debe perderse.
FICHA DEL LIBRO
METAS DE LECTURA
BIOGRAFÍA DEL AUTOR
Arturo Ambrogi (1875-1936) fue un destacado escritor y periodista salvadoreño, considerado uno de los precursores de la narrativa moderna en Centroamérica. Su trabajo, influenciado por las corrientes modernistas de la época, se caracteriza por su amor por la naturaleza y su profunda conexión con el paisaje salvadoreño. A lo largo de su carrera, escribió crónicas, relatos y ensayos que capturan la vida rural de su país, convirtiéndolo en una figura fundamental de la literatura salvadoreña.
Ambrogi también fue un viajero incansable, lo que enriqueció su perspectiva literaria. Su contacto con otras culturas y su interacción con escritores de otras latitudes le permitió nutrir su obra con una visión cosmopolita, sin perder nunca de vista sus raíces. Es, en muchos sentidos, un cronista de lo cotidiano, que a través de sus descripciones nos transporta a un El Salvador que late entre la modernidad y la tradición, entre lo local y lo universal. Su estilo es calificado como riguroso, preciso y elegante; aparte que recurría a la ironía en ocasiones, y se distinguía como un buen retratista de personalidades.
Para Max Henríquez Ureña, el salvadoreño fue el «Benjamín del modernismo», no solo de El Salvador, sino de toda América,2 mientras que el mismo Darío le llamó Enfant terrible. Sin embargo, igualmente destacan sus relatos costumbristas, que captan la vida campesina y pueblerina de antaño. Uno de ellos, El libro del trópico, cautivó a Salvador Salazar Arrué hasta el punto de definir su futuro artístico.
Su obra comprende:
1. Bibelots (1893)
2. Cuentos y fantasías (1895).
3. Manchas, máscaras y sensaciones (1901).
4. Al agua fuerte (1901).
5. Sensaciones crepusculares (1904).
6. Marginales de la vida (1912).
7. El tiempo que pasa (1913).
8. Sensaciones del Japón y de la China (1915).
9. Crónicas marchitas (1916).
10. El libro del trópico (1918).
11. El jetón (1936).
El libro del trópico | Arturo Ambrogi